La psiquiatría biológica y otros enfoques en las enfermedades mentales no son mutuamente excluyentes, sino que simplemente hacen frente a los fenómenos desde diferentes niveles de explicación.
No obstante, en la práctica, los psiquiatras pueden defender tanto la medicación como las terapias psicológicas para el tratamiento de las enfermedades mentales.
Es más probable que la terapia sea llevada a cabo por psicólogos clínicos, psicoterapeutas, terapeutas ocupacionales u otros trabajadores de la salud mental, quienes están más especializados y entrenados en enfoques que prescinden de los fármacos.
El término es usado más comúnmente en Estados Unidos que en otros países como el Reino Unido;[8] sin embargo, la rama no está exenta de críticas y la frase «psiquiatría biológica» es empleada algunas veces por sus críticos como un término despectivo.
A nivel clínico, incluye diversas terapias, como medicamentos, dieta, evitar contaminantes ambientales, ejercicio y reducción de los efectos adversos del estrés,[9] todo lo cual puede causar cambios bioquímicos mensurables.
[11] En él, se articulaba la hipótesis del desbalance químico para explicar los trastornos de la salud mental, especialmente, la depresión.
[13][14] Las imágenes modernas del cerebro permiten un examen no invasivo de la función neuronal en pacientes con trastornos mentales; sin embargo, esta opción es todavía experimental.
Nuevas investigaciones indican que diferentes mecanismos biológicos pueden ser la base de algunos trastornos mentales, solo indirectamente relacionados con los neurotransmisores y la "teoría del desequilibrio químico".
[14] Una investigación reciente señala que podría existir una "vía final común" biológica entre la terapia electroconvulsiva[26] y las drogas antidepresivas actuales.