Pero después de unas serie de movilizaciones y actos violentos, entre ellos un atentado con explosivos y un secuestro popular,[2][3] el proyecto fue cancelado sin llegar a ponerse en marcha.
Así mismo se inició una serie de actos de sabotaje en todos los proyectos que se estaban realizando en la región, con ataques a los trabajadores que revisaban las líneas de alta tensión o que estaban desarrollando la cartografía nacional.
[4] El rechazo social al proyecto IPES era unánime, en parte debido a que la mayoría de la sociedad creía que en realidad se trataba de un cementerio nuclear y no de un laboratorio experimental, aunque también había personas que creían que la última fase del proyecto convertiría al laboratorio en un almacén nuclear.
[1] No obstante Aldeadávila de la Ribera se encuentra en la frontera con Portugal y este país también se opuso siempre al proyecto, cuya existencia amenazaba con afectar negativamente las relaciones entre ambos países vecinos.
[12] Todos estos sucesos se sumaban a la crisis interna del Partido Socialista de Castilla y León, iniciada un año antes con la dimisión de Demetrio Madrid.
[1] Las movilizaciones que hubo en contra del proyecto IPES son el eje central de la novela IPES, del escritor y geólogo salmantino Daniel H.