Provincia de Celendín

La provincia se encuentra en la cordillera occidental, flanco oriental de los Andes, al norte del Perú.

La ciudad fue levantada sobre un trazado "a cordel" del ingeniero José Comesana, quien planificó calles rectas y manzanas de 80 varas por lado, lo que dio como resultado una ciudad hermosa y serena, de calles impecablemente regulares; tanto así, que Celendín ha sido tantas veces comparada con el famoso damero o tablero de ajedrez.

Muchos Holandeses se quedaron en estas tierras mestizándose con los judíos e indígenas de la zona.

Es probable que esta cultura diera origen a la palabra chilindrín, derivada del fruto de la planta llamada chili o shilshil, que crece junto a las lagunas donde se asentaron varias tribus.

En el Horizonte Tardío, el del Imperio incaico, los incas llegaron en el siglo XV hasta el Marañón y pasaron hacia el Gran Pajatén.

Cuando Túpac Yupanqui marchaba sobre el reino de los Scires (Ecuador), en 1456, se produjo en estas tierras un éxodo masivo hacia el oriente, por lo que en el Celendín de hoy no existen indígenas propiamente dichos».

Su esposa, doña Melchora de Vergara, cuando queda viuda decide nuevamente venderla.

Según tradición narrada por muchas familias celendinas, entre ellas, cuenta don Manuel Silva Rabanal; que a mediados del siglo XVIII llegaron a la zona inmigrantes portugueses de origen judío.

Según algunas versiones, se habría tratado de judíos perseguidos por la Santa Inquisición.

Impresionados por el paisaje celendino habrían decidido quedarse y tomar esa tierra como su segunda patria.

Aunque no hay testimonios documentales de este episodio, los muchos apellidos portugueses presentes en la zona confirman su realidad.

Celendín estaba poblado en 1783, cuando llega Martínez de Compañón, por 5598 personas, entre «eclesiásticos, españoles, portugueses, indios, mixtos, pardos y negros», según censo que mandó levantar el obispo.

Al apoyar la gestión, ese mismo año, en una carta al rey Carlos II, da cuenta de gente blanca que deseaba fundar un pueblo en las tierras de la hacienda Inmaculada Concepción.

; el etnólogo José Marín González, profesor universitario en Suiza y especialista en culturas amazónicas; y el periodista cultural Julio Villanueva Chang, creador de la revista Etiqueta Negra; el músico Miguel Ángel Silva Rubio "Indio Mayta", icono de la cultura popular y difusor del folklore cajamarquino.

En el campo comercial, los pioneros Augusto G. Gil Velásquez, Rafael Cachay y Felipe Villanueva, que vincularon a Celendín con el país y con el mundo en los días de la "fiebre del caucho", en las primeras décadas del siglo XX.

En la Educación, grandes maestras y maestros como Gregorio Sánchez Araujo, Hermila Torres Oblitas, Victoria Díaz Mori, David Sánchez Infante, José Aladino Escalante, Arístides Merino Merino, José Pelayo Montoya, Próspero Díaz, Zulema Cachay, Marcelino Díaz Zamora, Baldomero Villanueva, Pedro Ortiz Montoya, Telmo Horna Díaz, Marcial Castañeda, Odilia Villanueva de Tirado, José Bazán Silva y otros connotados Amautas que en el pasado forjaron generación tras generación de celendinos con conciencia cívica y buen nivel cultural.

Celendín , la capital provincial, vista desde la cima del Jelig