Durante el tramo final del verano del año 2012 la situación se volvió a tensar gravemente llevando la disputa al marco internacional debido al estado pre-bélico que llegaron a mostrar en algunos momentos los gobiernos de cada país.
Y declaraban abiertamente a las televisiones de todo el mundo que China debía entrar en guerra con Japón si este último no entraba en razón respecto al tema de las islas.
El gobierno japonés basó su táctica en mostrar tranquilidad ante el tema y exhortar a los gobiernos chinos a respetar la legalidad internacional (que ellos mantienen que les dan la razón sobre su soberanía en esas islas).
En varias ocasiones salió el mismo primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, hablando con intención de no hacer parecer el tema demasiado importante pero dando respuestas contundentes indirectamente a los gobiernos chinos.
Aun así tuvo algún encontronazo con Japón, como un choque de patrulleras en septiembre.