Los territorios británicos de ultramar no forman parte del Reino Unido.
Según el artículo, los burdeles son comunes en la isla, y la mayoría de las aldeas tienen un 'bar deportivo' donde trabajan prostitutas.
Muchas de estas prostitutas serían de Venezuela, y la policía haría la vista gorda ante tales actividades,[7] las cuales, como sugería días después, podrían estar ligadas al tráfico sexual.
[9] Desde marzo de 2017 la prostitución es alegal en las Bermudas, pero las actividades relacionadas, como administrar un burdel, son ilegales según el Código Penal (modelo abolicionista).
[16] En 1968, cuando la homosexualidad todavía estaba prohibida en la Royal Navy, el "caso de las Bermudas" causó preocupación a las autoridades navales.
En el siglo XIX, las autoridades militares a cargo consideraron que la prostitución era inevitable donde estaban estacionados soldados y marineros.
Era requerido un permiso rescindible para personas no británicas para entrar y residir en Gibraltar.
Los permisos solo se emitían a las prostitutas si estas aceptaban someterse un examen médico semanal.
El incumplimiento de este examen solo una vez daría lugar a la revocación del permiso.
[29] Sin embargo la prostitución por cuenta propia, así como los burdeles, no son explícitamente ilegales, por lo que nos encontramos ante un modelo abolicionista más liviano de lo habitual.
[31] El tráfico sexual[33] y el VIH[31] han sido catalogados como problemáticos en la colonia.
[32] La prostitución es legal en las Islas Vírgenes Británicas, pero actividades relacionadas y a terceros, como solicitar u ofrecer servicios sexuales en espacios públicos, o poseer un burdel, son ilegales (modelo abolicionista).
[36][37] La prostitución en Montserrat es alegal, prohibiendo el Código Penal actividades relacionadas, como controlar burdeles o vivir de los ingresos de la prostitución ajena en los artículos 125 a 127(1) y 129 a 136(1) (modelo abolicionista).
[38] Después de la erupción del volcán Soufrière Hills en 1997 que enterró la antigua capital, Plymouth, muchos trabajadores migrantes llegaron a la isla desde Guyana, Jamaica, Haití y la República Dominicana.
[44] En la práctica, Chipre sigue un modelo abolicionista (prostitución permitida pero no reconocida ni legalizada, proxenetismo prohibido).