De las cinco islas que lo componen, solo la llamada Pitcairn está habitada.Con solo 56 habitantes de nueve familias, la isla es también famosa por ser el territorio administrativo menos poblado del mundo, no considerándose una nación soberana.[3] La isla Pitcairn fue avistada en 1767 por la tripulación del HMS Swallow, comandado por el capitán Philip Carteret.Las islas son conocidas debido a que los amotinados del barco británico Bounty se asentaron en esta isla, convirtiéndose en sus primeros habitantes en siglos.Esto ocurrió en 1790, y los descendientes de estos amotinados aún habitan en ella.Abandonaron al capitán del barco, William Bligh, en un bote junto a sus fieles y estos consiguieron llegar a Timor después de un viaje de 47 días navegando, tras recorrer 6500 km.[6] Nominalmente, el gobernador de las islas Pitcairn es el Alto Comisionado británico en Nueva Zelanda.Durante el verano austral, las islas son propensas a padecer los efectos de los ciclones tropicales que se forman en el océano.Entre estas se incluye el tapau, antiguamente una importante fuente de madera, y el helecho nehe gigante (Angiopteris chauliodonta).Las islas Pitcairn son uno de los dos lugares (el otro es Mangareva) en el mundo en que las plantas Glochidion pitcairnense están presentes.[8] En cuanto a fauna se refiere, una introducción rara e interesante es la tortuga gigante de las Galápagos (Chelonoidis nigra).T (también conocida como Turpen), fue una de las cinco que llegaron a Pitcairn entre 1937 y 1951, traídas a la isla por Irving Johnson, capitán del bergantín de 96 pies (29,3 m) Yankee.Las cuatro islas del grupo Pitcairn han sido indicadas por BirdLife International como áreas importantes para la conservación de las aves (IBAs).Los habitantes de esta pequeña economía subsisten gracias a la pesca, agricultura y artesanía.Ocasionalmente, pasajeros provenientes de expediciones o cruceros pueden desembarcar durante un día, si el tiempo lo permite.La fuerza laboral de la isla está formada por 15 hombres y mujeres.Entre las figurillas de madera típica se incluyen tiburones, peces, ballenas, delfines, tortugas, pájaros, bastones, estanterías y los famosos modelos del Bounty.El milo, una madera oscura, duradera y con gran consistencia, es la preferida para ser trabajada.Esta miel, muy cotizada, era la favorita de la reina Isabel II así como del actual rey Carlos III.[18] Las Islas Pitcairn tienen ahora modernas comunicaciones, incluidos los teléfonos por satélite y un alto tráfico de correos electrónicos.[22] El único edificio religioso en la isla es uno de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.En los últimos años, la población de la iglesia ha disminuido y, en el año 2000, ocho de los entonces cuarenta isleños asistían regularmente a los servicios, aunque la mayoría asiste a la iglesia en ocasiones especiales.La Escuela Sabática se reúne a las 10 de la mañana los sábados, y es seguida por un Servicio religioso una hora más tarde.La población lo habla como primera lengua y se enseña junto con el inglés en la única escuela de la isla.La Iglesia Adventista del Séptimo Día es prácticamente el único credo en la isla, y por lo tanto, la vida y las costumbres en el lugar se han visto muy influenciadas por las enseñanzas de la iglesia Adventista.Se han hecho versiones literarias y cinematográficas sobre el motín del Bounty; entre ellas:
Pitcairneses en 1916.
Sello proveniente de la oficina postal de la isla.