La segunda fase del programa recibió 46,5 millones de euros para el periodo 2013–2016.
Para lograrlo, el segmento se centra en la difusión de información meteorológica espacial en tiempo real, pronósticos y advertencias, respaldados por un archivo de datos, aplicaciones y servicios.
Es parte de un esfuerzo para evitar colisiones entre satélites en órbita y basura espacial, permitir reentradas seguras, detectar explosiones en órbita, asistir a las misiones espaciales en su lanzamiento, despliegue y fin de vida útil y, en general, reducir el coste del acceso al espacio.
Actualmente, el segmento se basa principalmente en telescopios ópticos y radares europeos ya existentes.
Aunque también se utilizan otros telescopios ópticos y radiotelescopios que tienen como función secundaria el rastreo de basura espacial.