Ionosfera

Si el sol está activo, las temperaturas en la termosfera pueden llegar a 1500 °C; sin embargo, estas elevadas temperaturas no se corresponden con la sensación de calor que tendríamos en la troposfera porque en la termosfera la densidad es muchísimo más baja.

Pero las estrellas fugaces no son el único fenómeno luminoso que ocurre en esta capa.

El mensaje recibido eran tres dits, el código Morse para la letra S. Para llegar a Terranova, la señal tendría que rebotar dos veces en la ionosfera.

Sin embargo, el Dr. Jack Belrose ha rebatido esta afirmación basándose en trabajos teóricos y experimentales.

[5]​ Sin embargo, Marconi logró las comunicaciones inalámbricas transatlánticas en Glace Bay, un año más tarde.

Lloyd Berkner midió por primera vez la altura y la densidad de la ionosfera.

La geofísica australiana Elizabeth Essex-Cohen a partir de 1969 estuvo utilizando esta técnica para monitorizar la atmósfera sobre Australia y la Antártida.

De hecho, según algunos autores la ionosfera estaría contenida en la termosfera,[14]​ mientras que según otros, sería al contrario y la termosfera[3]​ se contendría en la ionosfera,[2]​ y, sin embargo, los intervalos de ambas capas son aproximadamente coincidentes en todos los casos.

Por ese motivo, los límites asociados a la ionosfera son todavía más variables que los de la termosfera.

Así pues, los rayos ultravioleta del espectro solar ionizan las capas altas de la atmósfera y, a su vez, la capa ionizada impide la propagación hacia la superficie terrestre de los nuevos rayos ultravioleta.

En la ionosfera, los gases atmosféricos son tan tenues que es posible encontrar electrones libres y iones positivos.

El método más preciso actualmente para medir esas variaciones ionosféricas son los ionogramas.

Esquema de la propagación por onda corta mediante rebotes sucesivos ionosfera-tierra, que permite sobrepasar el horizonte electromagnético.
Comparación entre el perfil de temperatura y la concentración de electrones en función de la altura.
Ionograma , mostrando la altura a la que se reflejan ondas según las distintas frecuencias. Los saltos en esta función permiten definir una serie de capas, con características diferentes.