Estas sondas iban a soltar, además, módulos de aterrizaje que debían posarse sobre dicho satélite.
Finalmente, las Fobos fueron las primeras UMLV en volar, pero lo hicieron en 1988, nueve años después de iniciarse el programa.
Participaron, entre otros, Suecia, Suiza, Austria, Francia, Alemania Occidental, Bulgaria y los Estados Unidos (que contribuyó mediante su Red del Espacio Profundo para el seguimiento de la misión).
La Fobos 2 llevaba, además, un pequeño "saltador" que, gracias a la escasa gravedad de Fobos, hubiera podido desplazarse en el satélite y efectuar mediciones en diversos lugares de la composición química, campo magnético y gravedad.
Para presurizar los tanques las Fobos llevaban ocho depósitos de aluminio con helio en su interior.
El control de actitud se mantenía mediante un sistema de control en tres ejes cuyo guiado se efectuaba mediante sensores que detectaban la posición del Sol y las estrellas.
Las dos sondas eran prácticamente idénticas aunque, por motivos de masa, no fue posible instalar todos los instrumentos en ambas.
Es lógico preguntarse por qué se permitió a la sonda ejecutar una orden de consecuencias fatales.
Sin embargo, este software estaba programado en PROM y para reescribirlo hacía falta cambiar la computadora.
Tal y como estaba previsto las comunicaciones se cortaron para que la Fobos 2 pudiera obtener la información científica.
Sin embargo, cuando debía volver a contactar con los controladores, éstos no escucharon ninguna señal.
Análisis posteriores revelaron que se detectaban breves emisiones de la sonda, como si ésta estuviera fuera de control y la antena apuntara a la Tierra solo ocasionalmente, pero la telemetría resultó ininteligible.
Posteriormente análisis más exhaustivos de la telemetría apuntaron a un fallo del ordenador, algo habitual en las sondas soviéticas.
Según el experto en temas espaciales James Oberg otro de los periodistas comentó en el momento del lanzamiento que "me sorprendería si las dos misiones lo consiguen y no estaría sorprendido si ninguna de las dos lo hace".
Rusia reinició el desarrollo de una nueva sonda hacia Marte a partir del año 2001: la Fobos-Grunt (Fobos-suelo).