Debía haber permanecido en órbita durante un año marciano para estudiar el planeta.
Los asteroides cercanos a la Tierra entraban en la lista de posibles objetivos.
Durante la fase de crucero la misión se desarrolló con normalidad, aprovechándose para calibrar la sonda y su instrumental.
Sin embargo en estos satélites la presurización de los tanques de combustible se realiza poco después del lanzamiento y no meses después (como se intentó hacer con la Mars Observer).
Esto habría llevado a una serie de problemas, todos ellos potencialmente fatales: Otras posibles fuentes del error fueron: Además se identificaron otros dos posibles escenarios: El Jet Propulsion Laboratory de la NASA, aunque concordó básicamente con las conclusiones de la Comisión Coffey, apuntó también a que el fallo de una válvula podría haber permitido al oxidante haberse introducido en el depósito del combustible, produciéndose una explosión.