Se les dice magnetómetros a los dispositivos que sirven para cuantificar en fuerza o dirección la señal magnética de una muestra.
Los hay muy sencillos, como la balanza de Gouy o la balanza de Evans, que miden el cambio en peso aparente que se produce en una muestra al aplicar un campo magnético (por el momento magnético que se induce), y también muy sofisticado, como los dotados de SQUID, que son los más sensibles actualmente.
Los magnetómetros son un frecuente componente instrumental de naves espaciales que exploran planetas.
[1] Por otro lado, la mayoría de los relojes inteligentes, teléfonos inteligentes y tabletas tienen un sensor integrado que mide el campo magnético de la Tierra y pueden situar dónde está el norte, como si fueran una brújula (geomagnetómetro).
Pueden hacer que el magnetómetro responda ante metales como el níquel, el hierro y el acero, y podría ser útil para determinar si hay cables detrás de una pared o incluso para encontrar objetos perdidos detrás de un lugar de difícil acceso.