Las estrellas muy masivas son capaces de fusionar el material en sus centros, momento en el cual una estrella no puede continuar generando energía por fusión y colapsa, entonces se forma un agujero negro.Este consenso se basa en gran medida en dos líneas de evidencia.Existen varios casos observados en los que una supernova ha continuado con una explosión de rayos gamma.La mayoría de los GRB se producen demasiado lejos para que los instrumentos actuales puedan detectarlos.Algunos satélites han descubierto una pequeña población de objetos en el plano galáctico que con frecuencia emiten pequeños brotes de rayos gamma y rayos X (Burrows, 2005).Sin embargo, ahora a estos objetos se les considera estrellas de neutrones extremadamente magnetizadas, denominados magnetares, son capaces de producir estallidos demasiado luminosos.Aunque menos luminosos que los estallidos normales de rayos gamma, estos eventos serían detectables a distancias cercanas a lugares como el cúmulo de Virgo.Todos los objetos mencionados anteriormente producen agujeros negros rodeados de escombros en forma toroidal, un agujero negro rotacional transporta energía de rotación en un momento angular (Kerr, 1963), expresado como: donde denotan el momento de inercia y la velocidad angular del agujero negro en la expresión trigonométrica