[4] En 1941, la mayoría de las internas, un 54,6%, estaba acusada de delitos relacionados con la seguridad del Estado, como auxilio a la rebelión, adhesión a la rebelión, espionaje, asociación clandestina o propaganda.
Muchas mujeres también fueron encarceladas por actividades de supervivencia en el contexto del intervencionismo autárquico, como el estraperlo o adulterar alimentos.
[1] Quince mujeres fallecieron en el convento prisión entre 1939 y 1942 por las pésimas condiciones en las que estaban presas.
Así tenemos el testimonio de Carmen Cuesta y Adelaida Abarca.
[4] En noviembre de 1939 las autoridades tuvieron que permitir la entrada de comida del exterior ya que a efectos contables las presas solo contaban media ración y esto aumentaba su precariedad.