Prisión Central de Saturrarán
[1] Se calcula que pasaron entre 3.000 y 4.000 mujeres, llegando a picos de casi 1.600 presas.Después la cuarentena no fue posible para las reclusas que llegaban nuevas por la falta de espacio.Todas las reclusas habían pasado ya por un consejo de guerra, con penas entre 3 y 30 años.Las madres con sus hijos e hijas estaban en la Fonda Astigarraga, las enfermas en el edificio llamado Villa Capricho, las ancianas ocupaban un pabellón y el resto se distribuía por las instalaciones del antiguo Grand Hotel de Saturraran.[3] En 1940 hubo una epidemia de tifus porque se contaminaron las aguas del depósito que abastecía la prisión.Otra manera de castigar era el traslado frecuente a otras cárceles para impulsar el desarraigo y evitar la unión entre las reclusas.