Se conoce como Prisión de Fyffes a las instalaciones que se habilitaron como centro de detención y cárcel sobre unos antiguos almacenes que fueron cedidos a tal fin por sus propietarios.
Circuló un periódico entre los presos llamado Léeme, léete, hecho a mano.
[1] Según diversos investigadores, funcionó como un verdadero campo de concentración.
Sólo había celdas de castigo y para condenados a muerte, permaneciendo el resto de cautivos hacinados en condiciones penosas.
La mala alimentación y falta de higiene provocaron epidemias que diezmaron a la población allí recluida (más de 120 personas enfermaron de tuberculosis, según testimonios).