Zonas controladas por los sublevados (marrón) y por las fuerzas gubernamentales (rosa) hacia el 25 de julio de 1936.
Situación a los dos meses de la rebelión militar. Los
nacionales
consiguen unir las dos zonas bajo su control.
Situación en octubre de 1937. Tras la caída del frente del Norte el territorio republicano se reduce a Madrid, la zona sudeste y Cataluña con grave riesgo de quedar partido en dos.
Situación en noviembre de 1938. Tras finalizar la
Batalla del Ebro
los nacionales entran en Cataluña, el fin de la guerra es cuestión de poco tiempo.