Durante la Revolución francesa fue declarado Bien Nacional y convertido en un centro agrícola.
La pintura visible representa un pantocrátor con la imagen de Cristo en actitud mayestática.
Destaca la portalada de la iglesia realizado en mármol blanco y rosa.
Sobre la puerta, que aún conserva los herrajes originales, se abre una ventana realizada en mármol rosa.
No queda ningún rastro de la antigua galería del claustro.