Desde el principio del reinado de Felipe III al inicio del siglo XVII y durante todo este siglo, el primer caballerizo fue de facto la cabeza la de la caballeriza del rey, ya que el cargo de caballerizo mayor del rey fue ejercido por los sucesivos validos.
Por ejemplo, Francisco de Eraso Carrillo y Pacheco, I conde de Humanes fue primer caballerizo del cardenal-infante don Fernando, hermano de Felipe IV.
Sobre los primeros caballerizos en época de Felipe IV, escribe López Álvarez:[2]el primer caballerizo ayudaba al gobierno de la institución y había de ser un personaje cercano al caballerizo mayor, aspectos ambos que habían de redundar en beneficio del real servicio, especialmente en un momento en el que el cargo había experimentado, más que probablemente, un deslustre considerable y cierta falta de proyección cortesana, debido en parte a la ausencia del titular y en parte a la interinidad del que ocupó de facto el oficio.A mediados del siglo XIX, existían dos primeros caballerizos: uno de la reina Isabel II y otro de su marido, Francisco de Asís de Borbón.
Entre sus preeminencias se encontraba ejercer las funciones del caballerizo mayor en el servicio al monarca, cuando este último no estaba presente para ejercerlas.
En este momento era definido, como:[6]Hay tambien un Primer Caballerizo, para suplir ausencias y enfermedades del principal superior [el caballerizo mayor], que regularmente lo es un segundo de Casa Grande.