El Pacto de Olivos tuvo un impacto muy negativo sobre la Unión Cívica Radical que en las elecciones de convencionales constituyentes obtuvo el menor porcentaje de su historia hasta entonces (19,9%), aún ganando en las cuatro provincias que gobernaba (Córdoba, Chubut, Río Negro y Catamarca).
La irrupción del Frente Grande representó un gran peligro para el bipartidismo en general y la UCR en particular.
En 1994 la UCR debió definir mediante una primaria interna quién sería el candidato presidencial para las elecciones de 1995.
[1] En el marco de fuertes enfrentamientos que se referían a la discusión entre pactistas y antipactistas, Eduardo Angeloz, que había ganado las anteriores primarias con más del 88% de los votos y había quedado en segundo lugar en las elecciones de 1989, declinó su precandidatura presidencial.
Finalmente, a fines de 1994, se impuso la fórmula integrada por el gobernador de Río Negro Horacio Massaccesi y el diputado cordobés y convencional constituyente Antonio María Hernández, sostenidos por Alfonsín y Angeloz, relegando a la fórmula compuesta por Federico Storani y Rodolfo Terragno, apoyados por Juan Manuel Casella, Víctor Fayad, Fernando de la Rúa, Horacio Usandizaga, y Sergio Montiel.