Elecciones presidenciales de Argentina de 1989

[nota 4]​ Menem ganó en 20 de los 24 distritos electorales (Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), mientras que Angeloz triunfó en cuatro (Capital Federal, Chubut, Córdoba y Salta).

Sin embargo, debido al sistema de elección desproporcional, y a la victoria del PJ en varias elecciones provinciales, el peronismo obtuvo el control del Senado y gobernó la mitad de los distritos.

Sin embargo, se le cuestionaría como una debilidad política a pesar de enfrentar la sublevación en soledad.

A pesar del compromiso democrático, cualquier popularidad que el radicalismo pudiera haber sacado de la contención rebelde se vio eclipsada por los problemas económicos.

Menem triunfó en dieciocho de los veinticuatro distritos del país y Cafiero únicamente en Capital Federal, Córdoba, Formosa, Misiones, Salta y Santiago del Estero, viéndose el hasta entonces favorito derrotado incluso en la provincia que gobernaba.

[14]​ El resultado adverso para la dirigencia partidaria y el hecho de que Menem pudiera ser pacíficamente proclamado candidato, y finalmente ganar las elecciones, fue considerado un importante avance en la historia del peronismo.

Sin embargo, no contaba con los suficientes apoyos para contrapesar a Angeloz, y se considera que su precandidatura fue casi completamente testimonial.

[16]​ Finalmente, el 7 de julio tuvo lugar la primaria interna tal y como se esperaba.

La CFI presentó la candidatura de Angeloz para presidente pero con María Cristina Guzmán como candidata vicepresidencial.

En 1983, la Unión del Centro Democrático (UCeDé), partido liberal liderado por Álvaro Alsogaray, había presentado su candidatura presidencial en una coalición conocida como "Confederación Nacional de Centro", que solo logró algunas alianzas distritales con el Partido Demócrata y el Partido del Centro, no pudiendo obtener más del 0.40% de los votos.

En 1987, le arrebató al Partido Intransigente la tercera posición y obtuvo 5 bancas, lo que le dio una representación de 7 diputados y lo convirtió en el tercer partido más grande de la Cámara.

[17]​ La coalición Izquierda Unida se formó en 1987, después de las elecciones legislativas, como una fusión del Frente Amplio de Liberación, compuesto por el Partido Comunista (PC) y la Izquierda Democrática Popular (IDEPO), y el Movimiento al Socialismo (MAS).

En las primeras encuestas, el justicialismo obtuvo una considerable ventaja, aun cuando casi la mitad de los votantes permanecieron indecisos.

Los términos "Salariazo" y "Revolución Productiva", como parte de las promesas hechas por Menem, fueron los más conocidos.

[19]​ En sus discursos y apariciones en público, Menem solía exhortar al pueblo a "seguirlo" constantemente, siendo una de sus citas más famosas su lema de campaña: "Síganme, no los voy a defraudar", que gritó durante un discurso.

[20]​ La campaña de Menem tuvo también tintes socialcristianos, tratando de apelar al voto religioso mediante citas bíblicas y términos como "a los tibios los vomita Dios" o "Argentina, levántate y anda".

[20]​ De la campaña menemista destacó también el jingle "Valerosos Corazones" compuesto por Litto Nebbia e interpretado por Silvia Garré.

[21]​ La campaña de Angeloz, por su parte, contó con rasgos modernos para la época, y fue particularmente recordada por sus anuncios televisivos.

Dicho spot, elaborado por la agencia de Fernando Braga Menéndez, estaba dirigido a la juventud.

En sus apariciones televisivas popularizó la frase: "no paguemos la deuda usuraria, que el Citibank vaya a laburar".

La UCR utilizó eficazmente la ausencia de Menem en el debate, representándolo en un spot de campaña como "una silla vacía", en referencia a la silla destinada a Menem durante el debate.

[27]​ La noche previa a las elecciones, Alfonsín emitió un mensaje por cadena nacional, admitiendo que el país estaba atravesando un momento difícil, pero pidió a la población dejar de lado cualquier fanatismo y mostrarse prudente ante el resultado electoral.

Finalmente, instó al electorado a emitir un voto "reflexivo y sin miedos".

[28]​ A pesar del descontento imperante, la participación política no se vio afectada por él.

La elección implicó un viraje contrario para el radicalismo en todos los distritos del país, perdiendo incluso en férreos bastiones tradicionales, y la lista radical por sí sola no logró imponerse en ninguna provincia, logrando triunfar en los cuatro distritos donde ganó gracias a la colectora con la CFI.

Si bien la elección fue sumamente polarizada y un 84,61% de los votantes que emitieron sufragios válidos votó por Angeloz o Menem, porcentualmente esto implicó una caída de 7,30% con respecto al 91,91% que lograron Alfonsín y Luder en 1983.

José Corzo Gómez, del Partido Blanco de los Jubilados (PBJ), obtuvo el 4,58% en la provincia de Buenos Aires y 7 electores, empatando con Bussi y ubicándose en un cuarto lugar porcentual con un 1,88% sumando los otros cuatro distritos (Capital Federal, Catamarca, Santa Fe y Santiago del Estero) donde presentó lista, en ninguno de los cuales obtuvo electores.

El Partido Obrero (PO), con Jorge Altamira como abanderado, duplicó su cantidad de votos absolutos con respecto a 1983, si bien no significó un crecimiento destacable, con solo un 0,27% del total.

Con respecto a la centroizquierda, el dividido Partido Socialista (PSD y PSP) se presentaron juntos a los comicios bajo la alianza «Unidad Socialista», con Guillermo Estévez Boero como candidato, y si bien lograron el 1,43% de los votos, no pudieron obtener electores.

El Movimiento Popular Neuquino (MPN) y el Partido Bloquista de San Juan (PB), que aparte del pacto correntino eran los únicos partidos provinciales que controlaban gobernaciones, no apoyaron a ningún candidato.

Afiches de campaña de la UCR (izquierda) y el PJ (derecha) como respuesta al boicot de Menem al fallido debate del 8 de mayo de 1989.