Las investigaciones científicas sobre esta etapa están basadas principalmente en métodos arqueológicos y en numerosos escritos medievales.El Homo neanderthalensis (también conocido como Homo sapiens neanderthalensis) vivió en la mitad sur de Polonia durante el Paleolítico Medio, entre el 300 000 y el 40 000 a. C. Aunque no se han identificado huesos humanos pertenecientes a este período, se han encontrado varias reliquias e identificado distintas culturas neanderthales.El análisis de este emplazamiento demuestra que algunos neanderthales fueron habilidosos cazadores en grupo capaces de matar numerosos grandes mamíferos característicos del clima frío del Paleolítico y trabajar la carne, huesos y piel mediante herramientas especializadas.En la primera parte probablemente los neandertales aún existían y coexistieron con los humanos modernos.Una vez más el valle del río Prądnik es fuente de numerosos emplazamientos y artefactos del Paleolítico Superior, en este caso pertenecientes a la cultura magdaleniense del año 14 500 a. C.[1] Cerca de Świecie en Stare Marzy se han encontrado campamentos pertenecientes a las culturas Swideria, Federmesser y ahrensburgiense.Al menos durante el Mesolítico superior los muertos son enterrados en tumbas y equipados con objetos familiares.Vivieron junto con los nativos, más numerosos, que aún llevaban el estilo de vida del Mesolítico, sin embargo debido a que ambos grupos vivían en distintos entornos no hubo mucha interacción.El ganado vacuno, ovejas y cabras eran más numerosas en las llanuras norteñas donde la tierra era menos fértil.Tales medidas defensivas, que empezaron a construirse a partir del siglo V a. C., aparentemente eran necesarias contra la población nativa que aún vivía en el Mesolítico o contra otros asentamientos del río Danubio.Varios cementerios y tumbas con objetos elaborados como joyas, testifican la aparición de una sociedad relativamente más rica.Cuando finalmente mostraron interés por las tierras fértiles ocupadas por las últimas culturas del Danubio, se convirtieron en la amenaza que las obligó a fortificar sus asentamientos.Las herramientas de piedra se mejoran y adquieren su característica superficie pulida.Originarios de las llanuras centroeuropeas, la gente que hacía vasos de embudo (funnelbeaker) migró al sur, a las regiones previamente ocupadas por las culturas del Danubio, hasta llegar a Bohemia y Moravia.Se especializaron en la cría de animales domésticos, eran semisedentarios, buscando los pastos más óptimos y mudándose cuando era necesario.Su gran movilidad por el continente ayudó a dispersar nuevos descubrimientos por toda Europa como el desarrollo de la metalurgia.La afiliación lingüística o la pertenencia a grupos étnicos de los grupos que vivían en Europa central y del este durante esta época son dos asuntos sobre los que hay desacuerdo, debido a la falta de registros escritos.Celtas, germánicos y baltos habitaron desde el año 400 a. C. en distintas partes de Polonia.Con la llegada del Imperio romano aparecen los primeros comentarios relativos a los desarrollos en las tierras polacas, proveen información adicional al compararlos con el registro arqueológico.Más adelante los polanos (polanie, ‘gente del campo’) llegaron a tener gran importancia histórica, sobre todo después de que los estados tribales extendieran la construcción de los gróds, estructuras fortificadas con muros primitivos.Los polanos habitaron las llanuras alrededor de Giecz, Poznań y Gniezno, lo que finalmente llegaría a ser el centro del nuevo estado, que daría nombre al país a comienzos del siglo X.