El porcentaje es un símbolo matemático que representa una cantidad dada como una fracción en 100 partes iguales.
También se le llama comúnmente tanto por ciento, que significa «de cada cien unidades».
Los porcentajes se utilizan a menudo para expresar una parte proporcional de un total.
[4] Por ejemplo, es común referirse a 111 % o −35 %, especialmente para cambios porcentuales y comparaciones.
A medida que crecían las denominaciones de dinero en la Edad Media, los cálculos con un denominador de 100 se volvieron cada vez más estándar, de modo que desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XVI, se hizo común que los textos aritméticos incluyeran tales cálculos.
En el siglo XVII, era estándar cotizar las tasas de interés en centésimas.
Este ejemplo está estrechamente relacionado con el concepto de probabilidad condicional.
Muchos creen que el símbolo «%» ha evolucionado a partir de la expresión matemática
[6][7] El «per» a menudo se abreviaba como «p», y finalmente desapareció por completo.
Alternativamente, en un método muy habitual antaño, se construye una regla de tres simple directa.
Así, para calcular el 25 % de 150, se hace la regla de tres: simplemente se multiplica cruzado y divide por el que queda solo o en conjunción con el restado.
Debido al uso inconsistente, no siempre está claro en el contexto a qué se refiere un porcentaje.
Los cambios porcentuales aplicados secuencialmente no suman de la forma habitual.
Esto se puede ampliar para un caso en el que uno no tenga el mismo cambio porcentual.
Es más claro decir que la tasa de interés aumentó en 5 puntos porcentuales (pp).
En los mercados financieros, es común referirse a un aumento de un punto porcentual (por ejemplo, del 3 % anual al 4 % anual) como un aumento de «100 puntos básicos».
La práctica probablemente esté relacionada con la forma similar en que se citan los promedios de bateo.
Esta es la relación entre las distancias que un vehículo avanzaría vertical y horizontalmente, respectivamente, cuando sube o baja, expresado en porcentaje.