Polo celeste

Los polos celestes, norte y sur, son los dos puntos imaginarios en los que el eje de rotación de la Tierra corta la esfera celeste, una esfera ideal, sin radio definido, concéntrica con el globo terrestre, en la cual aparentemente se mueven los astros.

La trayectoria que describe cada estrella es circular, con centro en uno de los polos celestes (norte o sur, dependiendo del hemisferio donde se encuentre el observador).

A partir de ese momento el polo se estará alejando de Polaris, la que no volverá a ser la polar hasta unos 25 770 años después.

Además, así como ninguna estrella que se encuentra en el hemisferio opuesto es visible en ningún momento del año, en el hemisferio correspondiente, todas las estrellas son circumpolares; es decir, no se ocultan en ningún momento de la noche ni del año.

Esto solamente ocurre al estar situado exactamente sobre el polo, ya que si se está situado en diferente lugar, por muy cerca del polo que se esté, esto daría lugar a que, solo por un día y por unos segundos, alguna estrella del hemisferio opuesto sea visible, mientras que a la vez, alguna del hemisferio correspondiente desaparezca bajo al horizonte.

Los polos celestes norte y sur y el ecuador celeste.
Proyección estereográfica de la esfera celeste con los elementos más importantes.