La ribera septentrional de dicho río es la que recibió la denominación posterior de la población romana, que será conocida como Caput Aquae (manantial de agua), del cual se derivarán posteriormente el Qabdaq musulmán y el Cabdet en lengua romance que dio origen al topónimo actual.
No obstante, no fue hasta mediados del siglo XX en que comenzaron las excavaciones arqueológicas, de la mano de Enrique Pla Ballester y el Servei d'Investigació Prehistòrica.
La información obtenida fue publicada en la obra Los Villares (Caudete de las Fuentes – Valencia)[4] (Pla Ballester, 1980).
Los trabajos se reemprendieron en 1979 con la codirección de Milagros Gil-Mascarell, hasta que en 1987 la excavación pasó a estar dirigida por Consuelo Mata Parreño, quien la ha continuado de forma ininterrumpida hasta el 2004.
[3] Los restos arqueológicos muestran unas viviendas alargadas, separadas en algunos casos por estrechos pasillos, sin apenas divisiones internas y con un hogar circular, plano o en cubeta.