En biología, un sentido especial de la población, empleado en genética y evolución, es para llamar a un grupo reproductivo cuyos individuos se cruzan únicamente entre sí, aunque biológicamente les fuera posible reproducirse también con todos los demás miembros de la especie o subespecie.
Las principales causas por las que resultan delimitadas las poblaciones son el aislamiento físico y las diferencias del comportamiento.
Son aquellas formadas por transporte pasivo o por la movilización de individuos no necesariamente emparentados entre sí.
Este vínculo no siempre es permanente y se produce con un solo fin, como puede ser la migración, la defensa mutua o la búsqueda de alimento.
Se refiere a la máxima capacidad que poseen los individuos de una población para reproducirse en condiciones óptimas.
Estos factores pueden representar tanto recursos (como agua, refugio, alimento) como la interacción con otras poblaciones (ver nicho ecológico).