Pero la notable tensión entre neptunistas y plutonistas tenía un segundo aspecto de confrontación: el tiempo geológico.
Los plutonistas, por el contrario, no sólo negaban la validez histórica del diluvio sino que consideraban los procesos geológicos como un fenómeno mucho más lento.
Este nuevo concepto se conocería como uniformismo, y se basaba sencillamente en que los procesos geológicos que habían intervenido en épocas muy remotas seguían actuando en el presente.
La perspectiva de este «envejecimiento» del mundo resultaba una idea chocante para la sociedad de la época, que sólo pudo asimilarla progresivamente, tal como indican las siguientes referencias: En los albores del siglo XX esta estimación había subido hasta los 1.500 millones de años, y para cuando Arthur Holmes descubrió la datación geológica mediante radiación, esta cifra se disparó hasta 4.500 millones de años, que es la que se considera en la geología contemporánea.
Tanto el plutonismo como el neptunismo se consideran actualmente posturas extremistas y obsoletas.