Plinio Prieto

Tras la victoria de la Revolución cubana, se opuso a la dictadura de Fidel Castro y se unió al movimiento rebelde armado, siendo capturado, condenado a muerte y ejecutado.

[1]​ De niño vivió con su familia en Nueva York, donde asistió a la escuela primaria aprendiendo hablar inglés.

Se unió a la clandestinidad antigubernamental y participó activamente en la Revolución cubana.

[3]​ Pero las opiniones democráticas y anticomunistas de Prieto rápidamente lo llevaron a un conflicto con Castro.

Estableció vínculos con el Movimiento Revolucionario de Reconstrucción (MRR) y grupos rebeldes del Escambray.

En 1960, Plinio Prieto era uno de los principales comandantes rebeldes, junto con Sinecio Walsh, Evelio Duque, Osvaldo Ramírez García y Edel Montiel.

[4]​ Plinio Prieto actuó como ideólogo y organizador político del movimiento anticastrista.

[3]​ Al mismo tiempo, tenía conexiones operativas en Estados Unidos, incluida la Agencia Central de Inteligencia, que permitieron organizar la logística y el suministro para los rebeldes.

[5]​ La resistencia armada en la primera etapa de la Rebelión del Escambray estuvo encabezada por Sinecio Walsh.

Según el testimonio del sacerdote católico Olegario de Cifuentes, que estuvo presente en la ejecución, Prieto se comportó con valentía y sarcásticamente dio instrucciones al pelotón de fusilamiento.

[3]​ En sus actividades políticas, Plinio Prieto se distinguió por su independencia de pensamiento y acción.

Según María Caridad Ruiz, la orden de eliminar a Prieto fue dada por Eloy Gutiérrez Menoyo, pero los albaceas, por simpatía personal hacia su hijo, rechazaron esta tarea.