[1] Desde su publicación, el proyecto genera opiniones encontradas entre los vitorianos que lo defienden y quienes se manifiestan en contra.
Las cartas al director en los periódicos, las recogidas de firmas, carteles, pegatinas y demás, reflejan la polarización del momento.
El derribo del edificio ese mismo año, dio lugar al solar que posteriormente se convirtió en la actual Plaza de los Fueros.
La plaza se utiliza durante esos días para muchas actividades de ocio, como por ejemplo conciertos.
También se celebran competiciones de herri kirolak (deportes rurales vascos).