Por supuesto destaca el Ayuntamiento, edificio construido en el periodo que va desde 1919 hasta el 1924 por el arquitecto Antonio Palacios Ramilo.
[2] El estilo que aplica Palacios se encuadra dentro de la corriente regionalista.
Observamos las fachadas de construcciones arquitectónicas tradicionales, ejemplo la casona ubicada en la calle Progreso, frente a la estación de ferrocarril, Villa Anastasia, un edificio que pertenece a la arquitectura ecléctica que ubicamos entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX.
Aún se ven parterres de influencia francesa y árboles con solera que aportan un encanto especial al conjunto.
La separación de la calle se hace mediante una verja y pilares.
Al suroeste se encuentra la sierra de Galiñeiro, donde se encuentran las mayores elevaciones del territorio, cercanas a los 700 metros, destacando el Alto da Fonte do Pavo (654 metros).
[cita requerida] Ocupaban la zona del valle y desembocadura del río Miño, islas Cíes, Bayona y la ría de Vigo, hasta la sierra de A Grova, entre Galicia y Portugal, con capital en Castallum Tyde (Tuy, Pontevedra), en el Conventus Bracarensis, en la Gallaecia, desde la Edad del Bronce.
[cita requerida] Las fuentes antiguas (Pomponio Mela, Plinio el Viejo, Silio Itálico, Ptolomeo,...).
En principio no es más que una atalaya fronteriza, pero con el tiempo y la riqueza que se va acumulando los habitantes comienzan a explotar su gran riqueza natural ampliando el horizonte de sus posibilidades.
[cita requerida] Aunque resistiron airados envites durante largos 7 meses, al final sucumben a la majestuosidad militar de la XI Legión Ave Fénix al mando de Lucio Nardo.
[cita requerida] En el año 72, los Grovios porriñeses son el último pueblo galaico prerromano en abrir sus puertas a los romanos, quienes reconocen sus avanzadas relaciones socio-comerciales y les ceden el honor de ser socios -y no sometidos- en el control de la región situada entre la Ría de Vigo y el río Miño.
Así, Porriño modernizó y diversificó su economía promoviendo el desarrollo de nuevos sectores (textil, automoción, alimentación, auxiliar, etc.).
Actualmente tiene cerca un dura competencia en los municipios fronterizos portugueses (a sólo 14 km) con suelo industrial disponible, mucho más barato, mano de obra más barata y burocracia inexistente, ejemplos en Valença, Monçao o Viana do Castelo.
Muchas empresas gallegas se han trasladado allí en la última década llevándose inversión y empleos.