[1] Desde entonces existió una pequeña plazuela en torno a la iglesia, en el actual ensanche en la confluencia con la calle Santa Teresa, que pudiera corresponderse al cementerio del templo y que ya se denominó como plazuela de Santa Cruz, aunque también fue nombrada como plazuela del Campanario por lo menos hasta comienzos del siglo XVIII.[2] El templo se renovó en 1480 por el arzobispo Pedro González de Mendoza lo que modificó ligeramente el espacio exterior.[3] De acuerdo al Diccionario Madoz, los problemas estructurales del edificio obligaron a su desalojo entre 1806 y 1807.El aspecto actual de la plaza se debe a la urbanización proyectada por Juan Talavera y Heredia en 1918 [6] dentro de las numerosas reformas que vivió la ciudad con vistas a la Exposición Iberoamericana que se realizó en 1929.A este jardín se accede mediante pasos escalonados situados a cada lado, desde los que parten paseo bordeados de setos que con un trazado perimetral y otros radiales convergen en el centro, donde se ubica la cruz de forja.Conocida como "Cruz de la Cerrajería", su correcta denominación es Cruz de la Sierpes, documentado por historiadores como Palomero Páramo y Delgado Aboza, por tener su origen en esa calle, mientras que la verdadera Cruz de Cerrajería era otra existente en la cercana calle Cerrajería y realizada en madera, hoy desaparecida.En las cuatro esquinas hay esculturas de difícil definición, pudiendo ser los evangelistas.[12] Está considerada la obra maestra de la forja sevillana del siglo XVII.
Edificio obra del arquitecto Juan Talavera y Heredia en la plaza de Santa Cruz (1923).