Un planeta océano (también denominado mundo acuático) es un tipo hipotético de planeta cuya superficie estaría completamente cubierta por un océano de agua u otros líquidos, sin islas ni continentes o tierras emergidas.
Diversas simulaciones de la formación del sistema solar han demostrado que los planetas probablemente emigren hacia el interior o el exterior a medida que se van formando, existiendo por tanto la posibilidad de que los planetas helados se trasladasen a órbitas donde su hielo se derrite a su forma líquida, convirtiéndolos en planetas océano.
Esta posibilidad fue discutida por primera vez en la literatura astronómica profesional por Marc Kuchner[1] y Alain Léger[2] en 2003.
Los planetas telúricos extrasolares que estén extremadamente cerca de su estrella estarán anclados por marea a esta, así que un hemisferio del planeta podría consistir en un océano de magma.
[21] Los planetas denominados "neptunos calientes", cerca de su estrellas, podrían perder sus atmósferas a través del escape hidrodinámico, dejando únicamente sus núcleos con diferentes líquidos sobre la superficie.