Meseta brasileña

Este gran macizo incluye a las grandes sierras que discurren de forma paralela al océano Atlántico.

Además, una considerable mayoría de la población brasileña vive en las montañas o en la estrecha región costera inmediatamente adyacente.

A continuación se enlistarán los principales pasos montañosos, usando mapas digitales y herramientas online.

La vegetación de la región juega un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio ecológico, con una mezcla única de especies endémicas y vegetación adaptada a distintas altitudes, desde los bosques húmedos hasta las sabanas más secas.

Este bosque, caracterizado por su denso dosel perenne, alberga numerosas especies endémicas de plantas.

[6]​ A medida que aumenta la altitud, la Selva Atlántica se convierte en bosques montanos, caracterizados por especies como el pino de montaña (Araucaria angustifolia) y el cambuí (Miconia spp.).

Las bromelias, comunes en este entorno húmedo, son otro elemento distintivo de esta flora.

[7]​ A medida que la altitud sigue aumentando, la región se transforma en el bioma del cerrado, una vasta sabana tropical con vegetación característica.

Las especies comunes de este bioma incluyen el barbatimão (Stryphnodendron adstringens), la cagaita (Eugenia dysenterica) y el pequi (Caryocar brasiliense), todas adaptadas a los suelos ácidos y pobres en nutrientes de los Altos.

La familia de los cactus también es prevalente en la región, con especies como el mandacaru (Cereus jamacaru) que se encuentran en las áreas más áridas.

Muchas especies vegetales en esta área han evolucionado con rasgos especializados para sobrevivir en el duro entorno de gran altitud.

Tiene patas largas y una distintiva melena de pelo en el cuello, lo que le da su nombre.

Especies como el sapo gigante (Rhinella marina) y las ranas arborícolas neotropicales (Hyla spp.)

Ejemplar adulto de águila arpía.