Placer (en portugués: parcel o pracel , en inglés: placer) es un término utilizado por los navegantes y cartógrafos portugueses y españoles para referirse a un determinado tipo de banco o escollo coralino sumergido.Aunque la mayoría de los escollos coralinos designados como placeres son planos y poco profundos, excepcionalmente hay algunos que no comparten esas características y son conocidos como placeres acantilados .Moya afirma que los accidentes geográficos que recibieron esta denominación lo hicieron de manera irónica, pues sería todo menos un placer navegar por esas traicioneras aguas bajo el riesgo constante de encallar.Sin embargo, otros navegantes contradicen a Moya al afirmar que un fondo tan poco profundo proporcionaría a los navegantes un fondeadero muy bienvenido después de un largo viaje en mar abierto, pues en algunos placeres las aguas no eran tan agitadas como en el mar abierto.[1] El término aparece en las cartas náuticas castellanas como placer, aunque Pedro Sarmiento de Gamboa la escribe como placel .