Banco oceánico

Al igual que los taludes continentales, los bancos oceánicos pueden aflorar si las mareas y otros flujos los interceptan, lo que da como resultado corrientes ricas en nutrientes.

Algunos bancos, tales como el Arrecife Wachusett, fueron reportados en el siglo XIX por los navegantes, pero su existencia es dudosa.

En las zonas tropicales, algunos bancos son atolones sumergidos.

[1]​ Los montes submarinos, por el contrario, son montañas que nacen en las profundidades del mar y están más elevadas en comparación con la zona de los fondos marinos.

En otros casos, algunas partes de un banco pueden sobrepasar la superficie del agua y formar islas.

El banco Georges en el golfo de Maine , representado en la imagen con el color celeste.