Algunas versiones también pueden incluir pasta de tomate, orégano y albahaca.
[2][3] La historia de la pizzaiola es algo incierta, aunque su origen más probable es que sea napolitana.
[4] La receta se hizo muy popular y ha sido objeto de muchas reinterpretaciones.
Cuece todo durante unos veinte minutos, a fuego medio y tapado.
La salsa resultante, una vez retiradas las rebanadas, puede utilizarse para condimentar espaguetis o fideos.