Pirámide ecológica

Una pirámide energética muestra cuánta energía se retiene en forma de nueva biomasa en cada nivel trófico, mientras que una pirámide de biomasa muestra cuánta biomasa (la cantidad de materia viva u orgánica presente en un organismo) está presente en los organismos.

Cuando un ecosistema está sano, este gráfico produce una pirámide ecológica estándar.

Los productores primarios en la base de la pirámide utilizan la radiación solar para impulsar la fotosíntesis que produce alimentos.

El resto se destina a procesos metabólicos como el crecimiento, la respiración y la reproducción.

[2]​ Entre las ventajas de la pirámide energética como representación están: Por otra parte, entre las desventajas:

Esto muestra el número de organismos en cada nivel trófico sin tener en cuenta sus tamaños individuales o biomasa.

[3]​ Posteriormente, también sería expresado en términos de biomasa por Shimon Fritz Bodenheimer (1938).

Una pirámide energética representa cuánta energía, inicialmente del sol, se retiene o almacena en forma de nueva biomasa en cada nivel trófico de un ecosistema. Normalmente, alrededor del 10% de la energía se transfiere de un nivel trófico al siguiente, evitando así una gran cantidad de niveles tróficos. Las pirámides energéticas son necesariamente verticales en ecosistemas saludables, es decir, siempre debe haber más energía disponible en un nivel dado de la pirámide para soportar las necesidades de energía y biomasa del siguiente nivel trófico.
Una pirámide de biomasa muestra la biomasa total de los organismos involucrados en cada nivel trófico de un ecosistema. Estas pirámides no son necesariamente verticales. Puede haber menores cantidades de biomasa en la base de la pirámide si la tasa de producción primaria por unidad de biomasa es alta.
Una pirámide numérica muestra el número de organismos individuales involucrados en cada nivel trófico en un ecosistema. Las pirámides no son necesariamente verticales. En algunos ecosistemas puede haber más consumidores primarios que productores.