La pintura rupestre en cuevas son un tipo de arte parietal —en esta categoría se incluyen también los petroglifos o grabados—, que se encuentran en la pared o en el techo de las cuevas.
Representados por tres símbolos rojos no figurativos encontrados en las cuevas de Maltravieso, Ardales y La Pasiega, España, estos son anteriores a la llegada de los humanos modernos a Europa en al menos 20 000 años y, por tanto, deben haber sido realizados por neandertales y no por humanos modernos.
Se ha datado mediante el método del uranio-torio,[11] con una antigüedad superior a los 64 000 años y fue realizada por un neandertal.
[19] Otro yacimiento australiano, Nawarla Gabarnmang, tiene dibujos al carbón que han sido datados por radiocarbono en 28 000 años, lo que lo convierte en el yacimiento más antiguo de Australia y en uno de los más antiguos del mundo del que se han obtenido pruebas fiables de la fecha.
[21] La siguiente fase de la pintura prehistórica europea que se conserva, el arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica, era muy diferente y se concentraba en grandes conjuntos de figuras más pequeñas y mucho menos detalladas, con al menos tantos seres humanos como animales.
Aunque las figuras individuales son menos naturalistas, se agrupan en composiciones conjuntas coherentes en un grado mucho mayor.
Los temas más comunes en las pinturas rupestres son los grandes animales salvajes, como los bisontes, los caballos, los uros y los ciervos, y los trazos de manos humanas, así como los patrones abstractos, denominados "finger flutings"(trazados de los dedos).
Kieran D. O'Hara, geólogo, sugiere en su libro Cave Art and Climate Change que el clima controlaba los temas representados,[22] Los pigmentos utilizados incluyen ocre, hematita, manganeso y carbón vegetal.
Las imágenes de manos se encuentran en formas similares en Europa, Asia oriental y Sudamérica.
Otra teoría, desarrollada por David Lewis-Williams y basada en estudios etnográficos de sociedades cazadoras-recolectoras contemporáneas, es que las pinturas fueron realizadas por chamanes paleolíticos.
[30] La pintura rupestre también se realizaba en las paredes de los acantilados, pero han sobrevivido menos debido a la erosión.
[31] El arte hallado en la cueva de Khoit Tsenkher (Mongolia), originario del Paleolítico, incluye símbolos y formas de animales pintados desde las paredes hasta el techo:[33] ciervos, búfalos, bueyes, íbices, leones, ovejas argalíes, antílopes, camellos, elefantes, avestruces y otros animales pictóricos, que a menudo forman un palimpsesto de imágenes superpuestas.
Una pintura de una babirusa fue datada en al menos 35,4 ka, lo que la sitúa entre las representaciones figurativas más antiguas conocidas en todo el mundo.
En Tamil Nadu, las antiguas pinturas rupestres paleolíticas se encuentran en Kombaikadu, Kilvalai, Settavarai y Nehanurpatti.
Las pinturas más recientes, consistentes en figuras geométricas, datan del periodo medieval.
[42][43] En el Parque nacional Kakadu, Australia, se han encontrado importantes pinturas rupestres tempranas, ejecutadas en ocre.
El ocre no es un material orgánico, por lo que la datación por carbono de estas imágenes a menudo es imposible.
Puede sugerir que Genyornis se extinguió en una fecha posterior a la determinada anteriormente.
[19] La isla Hook en las islas Whitsunday también alberga una serie de pinturas rupestres creadas por los marineros Ngaro.
[44] En las siguientes secciones se presentan ejemplos notables de arte rupestre prehistórico fechado después del final del Paleolítico superior hasta el Holoceno, después de hace unos 11 500 años.
Las pinturas, que datan de hace unos 5.000 años, representan tanto animales salvajes como vacas decoradas.
Estas pinturas están confinadas en su mayoría a las sierras de esta región, pero también se pueden encontrar en las mesas periféricas y en los refugios rocosos.
Estudios científicos confirman que la sierra de Capivara estuvo densamente poblada en períodos prehistóricos.
Además, hay representaciones de seres humanos, guanacos, ñandúes, felinos y otros animales, así como formas geométricas, patrones en zigzag, representaciones del sol y escenas de caza.
También hay puntos rojos en los techos, probablemente realizados al sumergir sus boleadoras de caza en tinta y luego lanzarlas hacia arriba.
Los colores de las pinturas varían del rojo —hecho con hematita— al blanco, negro o amarillo.