Se conoce muy poco sobre la vida y trayectoria de Lauro.
Se ha sugerido, en atención a los trabajos de divulgación científica en el área médica escritos por él, que siguió cursos de medicina en la universidad, pero también este es un dato incierto.
[2] Lauro fue un fecundo traductor del latín al servicio de grandes editores venecianos como Giolito, Michele Tramezzino y Valgrisi.
Entre las obras que tradujo hubo tratados científicos (Artemidoro, Giolito, 1542), obras de agronomía, medicina y astronomía (Carion, Tramezzino, 1543), libros de historia (Giuseppe Flavio, Valgrisi, 1544), arquitectura (Alberti, I dieci libri, Valgrisi, 1546); y los Coloquios familiares de Erasmo, dedicados a Renata de Francia (Valgrisi, 1545).
[2] Además de sus traducciones de obras caballerescas españolas, Lauro escribió el libro de caballerías Polendos, titulado en italiano Historia delle gloriose imprese di Polendo, figliuolo di Palmerino d’Oliva (Venecia, 1566), obra en la cual continuó la acción del libro español Primaleón, publicado en italiano en Venecia en 1548, en una traducción debida a Mambrino Roseo.