Piedad (La Bañeza)

Sin temor a duda, este grupo de la Piedad puede clasificarse como obra, si no personal, al menos de discípulo muy próximo a Gregorio Fernández».

[5]​: 115  En 1980 Juan José Martín González declaró que la Piedad era «obra suya, aunque haya desigualdad estilística, dado que la Virgen parece terminada en el taller por algún discípulo»,[8]​: 188  mientras que en 1982 no la menciona como obra de Fernández, atribuyéndola al año siguiente a un miembro de su taller.

[5]​: 115 En 1986 Fernando Llamazares Rodríguez adjudicó definitivamente el grupo escultórico a Fernández tras investigar en el Archivo Histórico Nacional y en el Archivo Histórico Provincial de León y descubrir una escritura en la que se ratifica la autoría del artista gallego.

La parte posterior está hueca, indicativo de que no fue concebida para ser procesionada sino para ser venerada en un lugar fijo, en este caso el retablo de una capilla funeraria, si bien la oquedad fue tapada para poder sacarla en procesión.

La Virgen, cuyas piernas se desplazan en diagonal hacia la derecha, luce una toca de color blanco, una túnica roja y un manto azul, estando los paños cubiertos de pliegues alatonados y rígidos, con la túnica y el manto policromados con tonalidades planas, si bien este último cuenta con una cenefa ornamentada con motivos vegetales a punta de pincel.

La anatomía no está demasiado marcada al tiempo que resulta realista, con el tono azulado del paño de pureza estableciendo un nexo cromático con la Virgen, constituyendo ambas manos una perfecta muestra de la imaginería del entallador.

[7]​ María, abatida por el sufrimiento, agita los brazos y evita establecer contacto visual con su hijo, cuyo cuerpo destaca en primer plano, estando todo esto inspirado en la obra Meditaciones sobre la vida de Cristo (siglo xiv), falsamente atribuida a San Buenaventura de Bagnoregio.

[5]​: 124  La copia, propiedad de la cofradía[9]​ y procesionada en el Vía Crucis del Lunes Santo y en la Procesión de la Pasión la mañana del Viernes Santo,[11]​ resulta casi idéntica al conjunto de Fernández en cuanto a materiales, técnica y dimensiones (153 × 143 × 85 cm).