Picasent

Las montañas tienen un perfil suavizado, donde se alternan las llanuras con las colinas que nunca llegan a sobrepasar los 300 metros de altura.

El Picasent musulmán estaba defendido por un pequeño castillo o fortificación que sería utilizada por los nuevos señores cristianos, perdiendo con el tiempo su carácter militar para convertirse en residencia palaciega.

En 1237, Jaime I entregó el sitio a Roderic Sabata ("Rodericus Çabata, miles, alqueriam de Pichaçen, totam, idus octobris".

Agnès Ximénez Sabata heredó el señorío y lo trasmitió al hijo que tuvo Fernando de Aragón, tenido de su relación con el rey Pedro III de Aragón conocido por el Grande, que, endeudado sufrió su subasta vendiéndose a su familiar Ramón Boïl en 1347.

Sus sucesores se fueron endeudado hasta el punto que los acreedores instaron la subasta del señorío a Lluis Peixó, en el año 1511, cuando era barón el eclesiástico Jeroni del Castellá, arcediano de Alcira.

Su sucesor, Vicente Dasí y Lluesma , vendió en 1857 los derechos señoriales no abolidos a un grupo de propietarios locales que se organizaron en Comisión de derechos señoriales de Picasent, que se ha mantenido administrando este patrimonio hasta la fecha Según Jerónimo Muñoz, a mediados del siglo XVI, contaba con 65 vecinos que a finales del siglo, según una memoria elaborada en el pueblo, llegaron a ser 493 habitantes.

Madoz, a mediados del siglo XIX aporta la cifra de 2121.

Naranjos y datileras en los alrededores de Picasent
Ermita de la Virgen de Vallivana, patrona de Picasent, situada en el centro del municipio
Torre de Espioca, situada en el término municipal de Picasent