Esta victoria fue seguida en 1993 por el equipo de Geoff Brabham, Christophe Bouchut y Éric Hélary, en el 905B.
Para contener el Jaguar en las carreras restantes, el 905 fue duramente revisado, principalmente en la aerodinámica.
Llevando sólo la cabina del coche anterior, se creó el 905B evolucionado.
Esos avances permitieron al equipo terminar el año ganando en Magny Cours y en Ciudad de México bajo el uno-dos, más terminado en segundo lugar general del campeonato de constructores.
Esto significó que en las 24 Horas de Le Mans se mostrara una dura competencia entre los autos del Grupo C. El 905 B fue exitoso entregando dos de los autos en la primera y tercera posición.