Tras pasar por distintos penales y ser condenado, finalmente salió en libertad en octubre de 1945.
Empezó a escribir desde la prisión y se casó por vez primera en 1949, teniendo cuatro hijas a medida que iba consolidando su dimensión de escritor profesional.
Los autores de novela popular con frecuencia se veían obligados a enmascarar su identidad bajo diversos pseudónimos.
Utilizó un amplísimo abanico de pseudónimos, aunque los más importantes fueron Peter Debry -con él creó la mayoría de su narrativa policíaca y del oeste- y Arnaldo Visconti -con esta máscara presentó toda su narrativa de aventuras-; pero también firmó sus obras como P. V. Debrigaw, Arnold Briggs, Geo Marvik, Peter Briggs, V. Debrigaw y Vic Peterson.
Ya en plena época del bolsilibro y firmando como Peter Debry fue figura capital dentro de, entre otras muchas más, la celebrada colección Servicio Secreto; en este campo la crítica siempre ha subrayado su particular aportación, sin duda nacida de su admiración por la novela negra americana y el cine de los años cuarenta y cincuenta.