Libro de bolsillo

En otras ocasiones, toda la producción de una editorial puede realizarse directamente en este formato.

La necesidad de publicar libros con estas características estaba ya presente en la Antigua Roma, donde hacia el siglo I existían unos libros llamados pugilares, en forma de códice, que se podían sujetar con facilidad con la mano.

Algo parecido hizo en el siglo XVII, en Holanda, la familia Elzevir con una colección de clásicos.

Esta pasión lectora resultó útil a los ilustrados para propagar su literatura didáctica y, también, de recreo.

Con todo, la idea moderna del libro de bolsillo se materializó en 1935 con la editorial inglesa Penguin Books.