Dentro de los planes de Ilúvatar para la creación (Eä), los Peredhil tienen un papel muy importante, ya que en ellos se sintetiza su amor por todos sus hijos, englobados en «sus primogénitos» (los elfos) y sus «segundos hijos» (los hombres).
[1] En la mitología de Tolkien, los Peredhil fueron: Dior, Eluréd, Elurín, Elwing, Eärendil, Elros, Elrond, Arwen, Elladan y Elrohir.
En ningún caso está contemplada la unión entre Peredhil que ha escogido la inmortalidad y hombre.
A partir de Eärendil, a los Peredhil se les permite elegir el destino al que quieren pertenecer al morir, si al élfico o al humano, en virtud del Decreto que Manwë dicta cuando Eärendil y Elwing llegan a las Tierras Imperecederas: Sin embargo, la versión que se da en el Silmarillion del Decreto de Manwë es una versión reducida del mismo; en la versión completa se añade que Por tanto, se tiene que: En la mitología del Tolkien, únicamente se dan dos casos de dos personajes que cambien de destino: Lúthien y Tuor.
Lúthien, siendo una elfa, merced a una gracia única de Ilúvatar, vio cambiado su destino élfico por el de los Hombres y así acompañó a Beren, el cual fue resucitado.
En cuanto a los hijos de Aragorn y Arwen, estos tienen el destino de los Hombres; siendo Arwen una medio elfa que ha escogido la mortalidad, sus hijos no se convierten en medio elfos, sino que se quedan con ese destino.
Otros personajes suelen ser identificados como medio elfos (o al menos como si tuvieran sangre élfica).