Desde 1922, el TT de Gales se disputó anualmente en Pendine Sands.
La revista Motor Cycle describió las arenas como "la mejor autopista natural imaginable".
El primer piloto en utilizar Pendine Sands para batir un récord mundial de velocidad fue Malcolm Campbell.
Parry-Thomas fue el primer conductor en morir durante un intento del récord mundial de velocidad.
[4] Un intento anterior había sido protagonizado por Giulio Foresti en el "Djelmo", pero el coche chocó durante una prueba efectuada el 26 de noviembre de 1927, quedando totalmente destruido.
[5] En 1933 Amy Johnson y su marido, Jim Mollison, despegaron de Pendine Sands en un De Havilland D.H.89 Dragon Rapide, G-ACCV "Seafarer", para volar sin escalas a Nueva York.
Su aeronave agotó el combustible y tuvo que realizar un aterrizaje forzado en Bridgeport, Connecticut, cerca de Nueva York.
[8] La playa es todavía posesión del gobierno, y numerosas señales advierten del peligro de municiones sin explotar, y el acceso público está restringido.
[17][18] Al ser preguntado sobre la restauración, Wales dijo: "Este hermoso coche ha sido restaurado con esmero y cuidado por Doug Hill y su equipo, y lo correcto es que un automóvil tan icónico como este ¡merece tener las últimas piezas originales en su lugar para ser completado!