Pedro de Urgio

También trabajó en dar facilidades a los miembros canónigos de su ciudad para cursar estudios universitarios.Las parroquias y rentas del valle de Andorra habían sido cedidas al poder eclesiástico desde que el emperador carolingio Luis I lo concediese al obispo Posedonio II de Urgel en el 824 y lo ratificase al obispo Sisebuto de Urgel en el 836.[6]​ Sin embargo, y pese a que en ocasiones la zona fue vasalla directa del Pontífice, diversos señores a lo largo de la historia intentaron hacerse con el poder del valle.[7]​ Tras la victoria, se les cede pro indiviso el valle como premio por su defensa.Entre 1194 y 1203 se negocia cómo se va a llevar a cabo la cesión de Andorra al condado de Foix, pero Raimundo Roger, inconforme con la decisión final que alcanzó el nuevo conde de Urgel, pide que se cumplan las condiciones originales de cesión, comenzando un pleito que duraría años hasta que su nieto, Roger Bernardo III, alzaría un ejército para hacer valer el derecho obtenido por él.