Pedro de Librana

1129) fue un religioso aragonés que fue nombrado obispo de Zaragoza.

Se trataba de un monje de origen bearnés,[1]​ al que fue confiada la organización del territorio zaragozano tras su conquista a los musulmanes en 1118.

Su elección probablemente se debiera a la tensa relación que el papa tenía con el principal religioso aragonés y posible candidato del rey, el obispo Esteban de Huesca.

Una de sus obras más destacadas fue la construcción de una primitiva iglesia románica en El Pilar, sobre la antigua capilla que ahí existía.

Murió hacia 1128-1129, existiendo disputas sobre la fecha exacta.