Además, se atribuye a su abuelo, Francisco Romero, el mérito de ser el primero que empleó la muleta y el estoque para dar muerte a un toro.Se presenta en 1775 por primera vez en Madrid e inicia una rivalidad con Costillares, que en 1777 lo aleja de participar en festejos en esta ciudad como resultado de una polémica con éste.En un documento de diez folios anónimos datados entre el siglo XVIII y el XIX se incluyó una carta dirigida a Pedro Romero formada por el Apologista.En la carta se detallan una serie de los problemas del país.En la misma carta el Apologista, mencionó también a Costillares con quién Pedro Romero mantuvo alguna polémica cuando ambos coincidieron en las plazas.