Su padre murió cuando él tenía ocho años, y su madre cuando cumplió los veinte.
En Mallén tocaba el requinto y era tanta su afición por la música que cuando iba a la huerta clavaba el astil de la azada en el suelo y utilizaba la hoja como atril dirigiendo una imaginaria banda de música, sueño éste que Pedro se empeñó en convertir en realidad.
Contrajo matrimonio en Madrid en 1943 con Martina Fernández Osorio, natural de Algrejo (Valladolid), siendo solicitado nuevamente por el Ayuntamiento de Nava del Rey para volver a esa localidad.
Destacaron especialmente sus pasodobles toreros: "Monterito", "Pedrés el Grande", "Cabañero", "Club Taurino de Albacete", "Chicuelo de Albacete", "Valerito", "Antonio Torrecillas", "Viva Hellín Taurino".
En Mallén, su localidad natal, le homenajearon cambiando el nombre de la calle "Matadero" a "Músico Pedro Gil Lerín" en 1986.
Almansa realizó un acto en su honor en el Teatro Principal como agradecimiento por la composición del "Himno a Almansa", aunque no pudo asistir el autor por su delicado estado de salud.
También Agramón y Hellín dedicaron el nombre de una calle a Pedro Gil Lerín.
Además, el Ayuntamiento creó el aula "Pedro Gil Lerín" y un ciclo musical de larga duración que se desarrolla entre noviembre y enero todos los años y que perdura hasta el día de hoy.
Además, el 5 de abril del año 2003, celebrando el centenario del nacimiento del músico, dedicó el concierto de primavera íntegramente al compositor, interpretando diez obras suyas y grabando un disco-homenaje con ocho obras suyas interpretadas por la Unión Musical Santa Cecilia.