Esta industria flocerió gracias a la preexistente industria local del queso, pues el suero excedente que se genera durante la producción de queso se mostró eficaz para engordar cerdos.
[1] Los productores locales empezaron a vender sus pasteles de cerdo fuera del condado en la primera mitad del siglo XIX: las ventas por diligencia a Londres comenzaron en 1831.
El pastel de cerdo Melton Mowbray usa carne cruda, que en el producto final tiene un color gris.
Se le da forma a mano, sin molde, y suele también tener una corteza hecha artesanalmente.
El conjunto vuelve a cocerse para endurecer las claras alrededor de las yemas.
[3] El pastel de picnic suele estar disponible como variante más pequeña (7–12 cm) y resulta ideal para picnics, normalmente con ingredientes extras añadidos al relleno de cerdo y gelatina, como manzana, pepinillo o panceta.